Evangelio del día y puntos de meditación

Evangelio del día y puntos de meditación del miércoles 10 de diciembre

Mt 11,28-30

En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera».


Para meditar:

  • La carga, el yugo de Jesús son sus mandamientos, sus enseñanzas, las cuales son fáciles de llevar cuando hay amor. En efecto, la caridad hace que todo sea facil y suave, mientras que sin ella, todo -especialmente las obligaciones que se derivan de nuestra condición cristiana- es pesado y cansino. Y la caridad aumenta en nosotros especialmente mediante la eucaristía, sacramentum caritatis, sacramento de la caridad. ¿Procuro comulgar con frecuencia y devoción para mantener mi amor vivo y despierto?
  • Lo que verdaderamente carga y fatiga nuestras almas y corazones es el pecado. En efecto, es el pecado el que nos hace estar pegados a la tierra, impidiéndonos elevarnos hacia Dios. Por eso es necesario desembarazarse de él, por ejemplo mediante el sacramento de la confesión, que permite a Jesús entrar en nuestras almas y liberarnos del peso del pecado, devolviéndonos la paz.
  • «Aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón». Tenemos que aprender de Jesús, pero no sólo la mansedumbre y la humildad, sino todas las virtudes, y especialmente la caridad. Por ello es importante fijarse en Jesús, no sólo en sus palabras, sino en sus gestos, en sus acciones, en sus actitudes. Al fin y al cabo, como explica el Catecismo de la Iglesia Católica, «el Verbo se encarnó para ser nuestro modelo de santidad» (CEC 459) ¿Medito con frecuencia los evangelios con el ánimo de aprender de Jesús?

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