Editorial de la semana: Deseos de estar con Jesús

Este domingo comienza el tiempo litúrgico del Adviento, el cual durará cuatro semanas, terminando el 25 de diciembre, festividad de la Natividad de Nuestro Señor.

Se trata de un tiempo de preparación para la venida de Jesús, que ha de volver con poder y gloria en un momento y a una hora que no conocemos, tal y como explica el mismo Jesús en el Evangelio según San Mateo: «En cuanto al día y la hora, nadie lo conoce, ni los ángeles de los cielos ni el Hijo, sino solo el Padre» (MT 24, 36).

De ahí la necesidad de estar preparados para ese encuentro, en el que Jesús quiere llevar a los suyos -a los que durante esta vida mortal permanecieron fieles a Él; a los que se esforzaron en ser auténticos discípulos suyos- al cielo, a la casa del Padre: «No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros»

¡Estar para siempre con el Señor, con el Amor de los Amores! Este debería ser el sueño de todo cristiano, la alegre esperanza que nos sostenga especialmente en el momento de tribulación. Es lo propio de los enamorados: el deseo profundo de estar juntos por el mayor tiempo posible.

Ahora, como bien explica San Pablo, «mientras habitamos en el cuerpo, estamos desterrados lejos del Señor» (2 Co, 5, 6). Una lejanía, cierto, mitigada por la presencia del Señor en la eucaristía, gracias a la cual Jesús permanece entre nosotros hasta el final de los tiempos (cfr. Mt 28, 20), pero real: todavía no hemos alcanzado una plena comunión con Jesús como la que alcanzaremos en el cielo.

Por eso la Iglesia constantemente pide con vehemencia el regreso de su Amado: «anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ¡ven, Señor Jesús!». En este tiempo de Adviento, hagamos nuestra esta ardiente petición, fomentando unos sinceros de encontrarnos con Él, y pongamos los medios necesarios para estar preparados para dicho encuentro.